domingo, 23 de enero de 2011

Guanabana



La guanábana (Annona muricata) es un árbol de hoja perenne endémico del Caribe, Centro y Sudamérica, estrechamentente relacionado con la chirimoya. Se cultiva, como esta, por su fruto, de cáscara verde y sabor muy dulce. Otros nombres: Zapote de viejas, nangka blanda, graviola, durian bengala, zuurzak. Guanábana y anona de México son reconocidas por la Real Academia Española.

La fruta es muy delicada de color verde oscuro cubierta de espinas suaves. Es relativamente grande y de cáscara muy delgada. Se debe cosechar antes de estar madura. La pulpa es blanca, cremosa, carnosa, jugosa y ligeramente ácida, mide 2-3 dm de largo, pudiendo pesar 2,5 kg .


Accion de las acetogeninas de las anonaceas en las celulas cancerigenas.
En los últimos años, el extracto de guanábana ha llegado a ser ampliamente aclamado por tener propiedades altamente potentes para combatir el cancer.[1] Desde marzo de 2003, e-mails circulan por la internet afirmando que el té de guanábana cura el cáncer. Hay diversos estudios sobre la anonacina, el compuesto de la guanábana que tendría efectos anticancerosos. Sin embargo, esos estudios fueron solamente realizados in vitro o in vivo en animales, no existiendo aún ningún estudio clínico, en humanos. Un motivo citado para la falta de estudios clínicos en humanos es el hecho de que no se puede patentar una planta, lo que lleva a los laboratorios que patrocinan los estudios a concentrar las investigaciones en los principios activos, acetogeninas anonáceas, en vez de la planta.

Las acetogeninas de las anonáceas son sustancias cerosas que resultan de la combinación de ácidos grasos de cadena larga (C32 ó C34) con una unidad de 2-propanol en el carbono 2 para formar una lactona terminal (dicha lactona queda al inicio de la cadena).7 Un estudio realizado en la Universidad de Pardue en California, demostró que las acetogeninas pueden inhibir selectivamente el crecimiento de células cancerígenas y también inhibir el crecimiento de las células del tumor, resistentes al adriamycin (droga quimioterapéutica). En otro estudio realizado por científicos de la misma Universidad, se demostró que la acetogeninas de guanábana (graviola) son extremadamente potentes teniendo una ED50 (dosis letal 50) de hasta 10 – 9 microgramos por mililitro, resultando tener unas 10,000 veces la potencia del adriamycin.

Estudios realizados en 1998 a 2000 por McLaughlin y por Chih Hw, Chui HF han revelado que las acetogeninas son inhibores del complejo I de la cadena de fosforilación oxidativa con lo cual bloquean la formación de ATP; energía que necesita la célula cancerosa para poner en funcionamiento su bomba mediada por P-glucoproteína, que le permite mantenerse activa. La acetogeninas, también inhiben la ubiquinona-ubiquinona oxidasa, enzima dependiente del NADH que es peculiar en la membrana plasmática de la célula cancerosa. McLaughlin realizó sus investigaciones con las acetogeninas Bullatacin y Bullatacinone.